Pequeños detalles.

Hay detalles que pueden alegrarte el día en un segundo y otros estropearte la vida, quizás mañana cuando despierte ya nada sea igual, las ganas de levantarse serán escasas, las ganas de afrontar el día mínimas, y lo peor,  ya nada será lo mismo con ella, todo ha cambiado.

La frialdad.

Un espacio. Una llamada. La sombra de la espera. El brillo de saberte hallado. La luz como gran protagonista de la fotografía; Perfilando la condición lumínica de su alma. La calidez de una mirada. La frialdad de un espacio. Luz en presencia o en ausencia. Luz para expresar el sentir de una llamada. Modelar con sombras añadiendo oscuridad a la luz. Profundidades iluminadas por la parte más íntima de sus personalidades.

 Destellos que conforman la atractiva humanidad de la piel sobre un fondo dorado que parece fundirse y enmarcar a un tiempo el cuerpo de la actriz. El brillo casi cegador de una plata que en ocasiones restalla en blanco purísimo y nos obliga a cubrirnos frente a tanta frialdad. Luces cenitales que nos envuelven caprichosamente por esa llamada que ha llegado.