banner

"La guerra" by: zstuk

"La guerra, la guerra no cambia nunca. Desde los albores de la humanidad, cuando nuestros antepasados descubrieron que podían matar con rocas y huesos, se ha derramado sangre en nombre de Dios, de la justicia, o simplemente de la rabia psicótica".

Ewan Mcgregor - Trainspotting

Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compacdiscs y abrelatas eléctricos. Elige la salud: colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a intéres fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige el bricolage y pregúntate quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el puto sofa a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoistas y hechos polvo que has engendrado para reeemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida. Pero, ¿por qué iba a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa, y las razones… No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?

...

Siempre había oído que toda tu vida pasa ante tus ojos el segundo antes de morir. Para empezar, ese segundo no es un segundo en absoluto. Se hace algo inmenso, como un océano de tiempo... En mi caso aparecía yo tumbado boca arriba en la montaña mirando las estrellas fugaces... Y las hojas amarillas de los arces que flanqueaban nuestra calle... O las manos de mi abuela, y su marchita piel que parecía papel... Supongo que podría estar bastante cabreado con lo que me pasó. Pero cuesta seguir enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la contemplase toda a la vez. Y me abruma. Mi corazón se hincha como un globo que está a punto de estallar. Pero recuerdo que debo relajarme, y no aferrarme demasiado a ella. Y entonces fluye a través de mí, como la lluvia, y no siento otra cosa que gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida... No tienen ni idea de lo que les hablo, seguro. Pero no se preocupen... ...Algún día la tendrán.

La vida.

La vida es como una caja de bombones... algo barato, anodino y superficial que nadie desea que le regalen. Y que si la devuelves te dan a cambio otra caja de bombones. Te ves atrapado con esas porquerías rellenas de crema de menta que engulles cuando no tienes otra cosa que comer... Bueno, de vez en cuando, encuentras alguno relleno de almendra o de toffe, pero se acaban pronto y su sabor es efímero. Al final solo tienes bombones mordisqueados rellenos de nueces que te destrozan la dentadura. Si tu desesperación te lleva a comerte esos también, te quedas con una caja vacía repleta de inútiles envoltorios de papel marrón.

Una búsqueda.

Una búsqueda. Una búsqueda de respuestas. Aunque concluya con mi viaje a Colorado, me llevará mucho más tiempo descubrir todos los secretos de Borden. Sólo una palabra podría romper este rompecabezas, aunque me llevará meses descifrar estas frases, y entender cómo pensaba. Pero mi pasión es equiparable a la empresa.

..

- Te quiero mucho.
- Hoy no.
- ¿Qué?.
- Hay días que no es cierto, y hoy no es de verdad.. Te aseguro que me gusta notar la diferencia, hace que los días que es verdad sean especiales.

El gran truco.

 Todo efecto mágico consta de tres partes o actos. La primera parte, es la presentación: el mago
muestra algo ordinario, una baraja de cartas, un pájaro o una persona. El mago lo exhibe, os puede invitar a que lo examineis, para que veais que no hay nada raro. Todo es normal. Pero claro, probablemente no sea así. El segundo acto es la actuación: el mago, con eso que era ordinario, consigue hacer algo extraordinario. Entonces intentareis descubrir el truco, pero no lo conseguireis, por que en el fondo, no quereis saber cuál es. Lo que quereis es que os engañen. Pero todavía no aplaudiréis. Que hagan desaparecer algo no es suficiente, tienen que hacerlo reaparecer. Por eso, todo efecto mágico consta de un tercer acto, la parte más complicada de este acto, es el prestigio.

Chiste de Pagliacci

Un hombre va al médico. Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas donde lo que nos espera es vago e incierto. El doctor le responde "El tratamiento es sencillo. El gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad. Vaya a verlo. Eso lo animará". El hombre se echa a llorar. Y dice "Pero, doctor... yo soy Pagliacci". Es un buen chiste. Todo el mundo se rie, suena un redoble y cae el telón."