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Recuerdos

Aún recuerdo aquel 1 de marzo, aquella noche.

Estaba tranquilamente en mi casa viendo la televisión, cuando unas sirenas de ambulancia se escucharon cerca, yo, que sabía que él estaba malo me temí lo peor, salí corriendo a ver si era él, efectivamente, era él, se lo llevaba la ambulancia, se estaba ahogando, en aquel momento dije que no volvería a verlo más, estaba seguro de ello.

Pasaban los días y no volvía a su casa. Yo, con la esperanza de volver a verlo bien y volver a reírme con él, todas las tardes al volver de clase volvía a su casa, pero él nunca estaba allí.

Pasaron 4 semanas desde aquel día cuando una mañana al levantarme mi madre, que volvía de la compra, me contó que él había muerto, se me vino abajo todo el mundo, no quería saber nada de nadie, no estaba para bromas, al día siguiente era su entierro, y en una semana mi cumpleaños.

El día del entierro asistí a la iglesia, pero yo solo me quede fuera, no quería entrar y ver el féretro de él, bastante tenía ya...

Pasaron los días, incluso semanas, y yo seguía sin querer saber nada de nadie. Mi hermana, que por mi cumpleaños me regaló un libro, sabía como me sentía e intentaba que yo me animase, pero yo me negaba y rechazaba su ayuda, lloraba en silencia encerrado en mi habitación, sin que nadie me viese.

Una noche, al dormir, tuve eso que llaman "Parálisis del sueño", sentía como algo me presionaba en el cuerpo y no me dejaba moverme, ni siquiera podía hablar, notaba que alguien había en mi cuarto, observándome como dormía, tenía la sensación de que era él, o eso quería creer.

Un día mi hermana llegó con mi regalo de cumpleaños, un libro, como ya he dicho antes. Ese libro me distrajo la mente un poco de todo, incluso llegó a animarme, pero yo seguía sin querer saber nada de nadie.

Un día, mi madre, mi padre y mis hermanos salieron a tomar algo con una amiga de mi madre, al volver los escuché murmurar y sentí a mi madre decir "No le digáis nada". Mi madre no quería que me dijesen que otro amigo, con el que me llevaba muy bien, había amanecido muerto, pero yo ya lo sabía, y no quería asimilarlo ni creerlo, pero al escuchar a mi familia hablar de ello tuve que aceptarlo, quizás me costó menos, pero por que ya no podía caer más bajo...

Al acabar el verano empecé un nuevo curso fuera de mi pueblo, algo que me animo bastante, yo volvía de clases y salía a hacer deporte, había conocido a una chica que me gustaba y quedaba mucho con ella, me hacía feliz, aunque no llegó a nada, era feliz.

Tal día como hoy, 24 Noviembre, fue la ultima vez que quede prácticamente con esa chica, al menos por un tiempo, y fue el mismo día que conocí algo más a la que iba a ser mi novia.

Varios días después, al volver de hacer deporte, un 26 de noviembre, mis padres me comunicaron que mi tío estaba ingresado gravemente, se estaba muriendo, al día siguiente mis padres dijeron de subir a su ciudad para verlo, vivimos lejos, lo cual yo quise ir, así que falté a clase y le dije a un compañero lo que me pasaba y que si podía explicárselo al tutor, no hubo problema.

Salimos pronto y llegamos pronto, a la hora de comer, como la cosa no avanzaba mis padres decidieron volver a bajar a casa, y si pasaba algo volver con urgencia, yo al día siguiente fui a clase, pero sabiendo que podía pasar algo y tener que salirme de clase sin más.

No pasaba nada, no había noticias. mi tutor me pregunto que como estaba mi tío, se lo expliqué lo que le pasaba, y me dijo que si tenía que irme que lo entendía, Tenía un examen de dibujo pendiente,, así que me dispuse a hacer un examen que no hice el día anterior, en mitad del examen recibí una llamada y mire a mi maestro, me dijo "Si es urgente cógelo", el ya sabía lo que pasaba, era mi madre, que nos subíamos de nuevo, que le quedaban horas, me dijo que no tuviese prisa, que saldríamos después de comer, así que con tranquilidad y calculando el tiempo para coger el próximo bus a casa acabé el examen, sin alertar al maestro.

Al acabar el examen le dije al maestro que me volvía a casa, le expliqué el por qué y me dijo que lo entendía, subimos y pasamos allí una noche y aún seguía mi tío vivo, yo no podía dormir.

Al día siguiente era el cumpleaños de mi primo, así que lo felicite, el estaba bien, dentro de lo que cabe, al fin y al cabo era su padre quien estaba muriéndose.

Al llegar la noche yo estaba inquieto y me apetecía estar con mi tío, y estuve en aquella habitación, cuando mi tío abrió los ojos y nos miró a todos, sabía lo que pasaba, estaba muriendo, no tardó mas de 1 minuto en abrir los ojos y cerrarlos para siempre... fui a avisar a mi madre y a mi hermano, y a mis primos.

Al día siguiente volví a casa y me dí cuenta que ese era el peor año que podía pasar, muchas pérdidas en mi vida de personas que apreciaba, muchos palos dados, se fueron muchas personas, pero llegó una que me hizo cambiar el chip y volver a ser feliz poco a poco, aunque después se acabase yendo como hacen todos.